Vistas de página en total

lunes, 17 de enero de 2022

Otro Sebastián.

  Ya lo dijo Rubén, en cada barrio hay por lo menos un loco, y mucho me costó darme cuenta que el loco era yo. Hablaban los vecinos, señalaban cuando pasaba caminando por sus casas rotas, desteñiadas, oxidadas,  on mi mirada alegre, perdida y llena de esperanza sabiendo que iba de la mano de la más bella mujer, la que todos esos vulgares humanos solo veían caminar.

¿Que caminabas con quién? Me preguntaban todos riéndose. Bruto, si ibas solo, con risa de idiota, dejá de imaginarte con ella, solo nos das más risas y chistes que contar. 

¿Pero como demonios ha de ser ella imaginaria?... 

Si si mis manos sudaban tomadas de las suyas... Sí me dormía con sus cuentos y despertaba esperando que sus mensajes fueran lo primero que mis ojos vieran, antes aún que la luz de la mañana. Como imagina uno la emoción de que alguien se despierte pensando en este pobre romántico? 

Decían mis amigos, feliz te ves, aunque no exista tal pareja . ¡Pero si existe! Les gritaba yo. Se acaba de ir, porque mucho tiene que hacer. Y el tiempo no le sobra.

No me mereces, me decías. Olvidas mis fechas, me tratas como si solo me imaginaras. Como si no existiera. Como si para ti fuera un fantasma.

¿No sabe que todo lo que me rodea es un fantasma?

¿Qué por mucho que me costará, era tu rostro lo único que quería que fuera real? ¡Yo quería que fueras real!

¿Porqué? Después de meses en que logré hacerme a la idea de que no existías, que jugabas con mi mente, que nunca fuiste real, que te odiaba por jugar con mi mente... ¿Porque volviste? ¿Porque volviste solo para irte? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario