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martes, 22 de febrero de 2011

Febrero



Siento este oxido corroer mis arterias de metal,
siento las horas pasar lentamente en mi pecho,
después de tantos tiempo de mecánica paciencia,
rompo los sueños plásticos que existen por inercia.

Siento la sal de la tarde destrozar mis pensamientos,
siento la mierda de una vida sin sentido desboronarse,
la paciencia que llenaba mis libros ahora me abandona
desato tus manos sudorosas que tiemblan de miedo.

Siento tus palabras malditas llenando mis grises lamentos
siento los esfuerzos inútiles de llenar tus lucidas ilusiones,
no sobran los motivos cuando se presentan incansables
abro la puerta delante de ti, vamos te invito a salir al fin.

Siento las lágrimas buscando mis ojos, infinitas linternas,
siento tus golpes secos, insípidos, inútiles… vanos esfuerzos,
aléjate pronto que la tarde acaba y el deseo regresa indomable
libre en la luz de una luna repleta, desatas tu cabello, te libras.

Siento un liquido viscoso penetrando mis entrañas, y quema,
siento la indiferencia de pelear solitario en esta guerra perdida,
si has de marcharte, hazlo ya, nunca me han gustado las migajas
borra las huellas detrás tras tuyo que podría seguirte sin saberlo.