Lleno de pensamientos serenos en hojas de papel, junto a una torre de libros, y
un bonsái (...) Ejemplo para muchos, querido por todos, y admirado por ellos, los
que quedaron de pie, en la última fila.
Hoy busque entre las tantas personas que caminaban sin
sentido, tu mirada inquietante. Esa que desde el primer día llamó mi
atención... Y estúpidamente me vi descubierto por tu sonrisa que no disimulaba
la extrañeza de sentirse observada... Levante mi mano y con un torpe movimiento
me vi saludándote... volviste tu cara y con una sonrisa un tanto rebuscada
respondiste a mi saludo, sentí tu mirada de extrañeza en mi espalda al
marcharme rápidamente por entre la gente.
Es algo inquietante la sutileza de tus ojos que sin pensarlo
se quedan en ni mente por un rato después de salir de mi rutina diaria...
Siento que siguen mis pasos a través del día, y pienso que si volviera mi cara
por entre la muchedumbre podría quizá verte, buscándome. Por entre los miles de
personas que caminan sin dirección definida, siento a veces el murmullo de tu
sonrisa, tan inquietante como la primera vez que la vi. Algunas veces es
extraño como piensas que esperaste toda la vida para ver el momento exacto
cuando una sonrisa se escape de esos labios, y cuando sucede sientes que ya la
conocías desde siempre…
Hoy descubrí que su voz es como la imaginé... Suave y sutil.
De un hablar calmado y espontáneo. Con un ritmo en esos labios que despierta un
antojo alarmante. Hablamos unos minutos eternos, con la delicadeza de quien se
despide sin saber el momento del retorno. Miraba sus labios evocando suavemente
cada palabra como si yo mismo hubiese practicado esta conversación el día
anterior, ¿a quién engaño? Desde hace tanto tiempo que cada sílaba estaba ya
marcada con tinta indeleble en mis sueños.
Hoy la vi de nuevo, caminando por entre un grupo de gente,
dirigiéndose tan suave y firmemente como la vi alguna vez en un sueño a media
tarde. Tiene un caminar pausado, como un baile suave, ya sabes, como cuando
tomas a tu pareja por sus caderas, esas que invitan sin saberlo ella a un
abrazo intenso y extenso, y poco te importa el ritmo que suena, solo te dejas
llevar por entre el suave murmullo arrullador de sus voz en tus oídos, algo así
como un mar calmado que se cuela por entre las ventanas abiertas una noche de
verano.
Mire hoy tus ojos con el detenimiento de un niño que
descubre la magia en la simplicidad de una hoja de papel que puede llenar de
infinitos paisajes, y no hay realidad imposible para él... Y me deje llevar,
quizá olvidándome de ese momento que tenía para estar a tu lado. Deje que me
vieras sin temor a que descubrieras mi secreto. Tengo que confesar acá que encantan
sus ojos...
¿Han sentido ustedes
alguna vez tal esa extraña sensación de que el destino o la mala hora
esta está justo a la vuelta de la
esquina esperando por ti con una sonrisa burlona? Solo para decirte, ¡vamos, tú
sabes cómo es esto! Y entonces un día común, da igual si lunes o jueves, de un
mayo sin gloria, supe que las mañanas de ver su cara por entre los primeros
rayos del sol habían terminado, y como cruel broma del destino, lo que tanto
ansié por algunos meses, sería ahora lo que me alejaba ahora de ella. Sin
despedida, tan torpe con viene y se va un resfrío.
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