A Lilly, una canción que nunca oí, un lugar que no visité, pero que siempre recuerdo.
Cuanto me gustaría pensar que esta historia que inventamos,
que creemos realidad, más allá de fantasías, de sueños,
esta locura de pensarnos, de sabernos el uno del otro,
es mucho más que el sueño que negamos cada noche.
Cuando antes de dormir, imagino tu rostro, tu sonrisa,
me gustaría pensar que es reflejo fiel de tu pensamiento,
que me miras con anhelo, que procuras mis caricias, mis besos,
Que más allá de la distancia inútil, me tienes, te tengo.
Se que no existes, mas que en la historia que insisto en reinventar,
se que las horas pasaran en vano, y mirare tu foto, mi realidad,
Y sentiré como se me escapa este tesoro que nunca tuve,
esta memoria de un lugar no visitado, una canción perdida.
Pero este tonto que has creado, este bufón de un amor irreal,
se sentara debajo de tu sombra y tu fruto ha de esperar.
Te llamará con el viento vespertino, con la luna menguante,
será tu aliado, tu custodio, tu ángel… o quizá tu demonio.
Me verás cada noche en tus sueños… que sabré descifrar,
Despertaras con el sabor que dejan mis besos, locos, alcohólicos.
Sudarán tus manos al caminar, oirás tu nombre sin razón,
sabré llegar, y quedarme, seré cada canción, cada voz, latido.
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